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Seguir a otro automóvil demasiado de cerca, o seguir muy de cerca, es una violación del código de California 21703, que establece que un “conductor de un vehículo motorizado no seguirá a otro vehículo más de cerca de lo que es razonable y prudente, teniendo debidamente en cuenta la velocidad de dicho vehículo y el tráfico y el estado de la calzada”. Sin embargo, es virtualmente imposible conducir a cualquier lugar y no ver a alguien siguiendo de cerca, o tener otro conductor detrás de usted. Según el Consejo Nacional de Seguridad, existen esencialmente cuatro tipos de seguidores, que se describen a continuación. Agregamos un quinto: conductores ebrios o somnolientos.
El primer tipo de seguidor es un conductor que no está pensando en lo que podría pasar si el vehículo que tiene delante decide frenar por algún motivo (o simplemente no está mirando a la carretera y, en cambio, está mirando su teléfono). Puede que sepan que seguir muy de cerca es peligroso, pero su mente está tan distraída cuando conducen que no consideran su situación actual. Cuando el vehículo frente a ellos frena repentinamente, el seguidor simplemente choca contra ellos.
Algunos conductores simplemente no entienden que seguir muy de cerca es peligroso y que, al no dejar suficiente espacio entre ellos y el automóvil de adelante, se están poniendo en riesgo a sí mismos y a los demás. No hay excusa para este grado de ignorancia del tráfico, por supuesto. Lo que es más probable que un conductor que no sepa que seguir muy de cerca en general es peligroso, es un conductor que no sabe cuánto espacio debe dejar desde su vehículo hasta el vehículo de enfrente. Una regla general simple es darle al vehículo frente a usted al menos tres segundos de espacio, y más si va a más de 40 millas por hora, su vehículo es grande y difícil de reducir la velocidad, o si el camino está mojado.
Un conductor puede estar prestando atención y saber que seguir muy de cerca es peligroso e ilegal, pero lo hace de todos modos. ¿Por qué? Lo más probable es que este tipo de conductor se haya salido con la suya siguiendo muy de cerca durante años sin incidentes, o simplemente es un aprendiz muy lento.
Los conductores agresivos chocan intencionalmente con los parachoques de otros vehículos para intimidar al otro conductor para que acelere, se detenga para poder pasar o para vengarse del otro conductor por alguna razón.
Los conductores ebrios y los conductores somnolientos o fatigados se acercan demasiado porque tienen dificultades para prestar atención a la carretera o concentrarse en la conducción, y seguir de cerca parece más fácil que navegar por la carretera ellos mismos.
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